La única esperanza real está en la Fe puesta en nuestro Señor Jesucristo. Dios es el creador de todo incluyendo nuestro cuerpo y solo él tiene el poder para sanar o restablecer las funciones de nuestro cuerpo a la forma correcta. Sea por una sanidad completa o por un detente al progreso de la condición.
Jesús nos dice en su palabra; "Por nada esteís afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones, en oración y acción de gracias"