Dios cumple sus promesas

Cuando Dios promete, Dios Cumple. Desde hace muchos años, antes de enfermarme, me preocupaba el cómo atender mis compromisos económicos, si perdía el trabajo o me enfermaba, ya que todos mis ingresos se iban cada mes en pagar las deudas.

Oraba y pedía a Dios sabiduría para no tener deudas y poder vivir más tranquilamente. Aceptar a Jesucristo, su hijo, como mi salvador y sanador, creer en su palabra y hacer nuestras sus promesas, ha sido la mejor decisión que hemos tomado.

Al llegar la enfermedad y con ella la tan temida situación, lo mejor que hicimos fue buscar refugio en la Palabra de Dios donde encontramos Promesas que Dios nos hacía de confiar en Él en medio de toda situación. Algunas entre todas ellas que quiero enfatizar fueron:

“No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.” Isaías 41:10.

“Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, e hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres oído a sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié a los egipcios te enviaré a ti; porque yo soy Jehová tu sanador.” Éxodo 15:26

“Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.” Josué 1:9

Ha sido maravillosa la forma en que Dios ha venido obrando no solo en lo económico sino también fortaleciendo nuestra Fe y Confianza en Él.  Entonces ocurrieron cosas que yo se fueron milagros que bendijeron nuestras vidas:

El perder el empleo y ser diagnosticado con una enfermedad terminal que solo me daba un máximo de cinco años de vida, hizo posible que, sin tener la edad para ello, me aprobaran el Seguro Social.

Acudimos a la Corte en búsqueda de ayuda para obtener un plan de pago adecuado a mi situación, pero nos condonaron y eliminaron las deudas sin tener que pagar la totalidad de ellas.

Dios le prometió a mi esposa que veríamos su Gloria aquí en la Tierra de los Vivientes y que Él no solo me daría el nuevo hogar sino que restauraría mi salud.

Otra promesa en su palabra: “Hubiera yo desmayado, si no creyese que veré la bondad de Jehová en la tierra de los vivientes.” Salmo 27:13

No siendo posible dar el mantenimiento adecuado a la casa y tampoco el subir escaleras para la segunda planta, era necesario venderla para adquirir un lugar donde el mantenimiento y la seguridad estuviesen incluidos. La economía del país estaba en mal estado y las casas no se vendían con facilidad pero el Señor permitió que nuestro hijo se quedara con ella asumiendo la hipoteca.

Nos dimos a la tarea de adquirir un nuevo apartamento y encontramos una dificultad mayor, pues la banca se reusaba a dar financiamiento a una persona desahuciada por los médicos. Fueron tres años donde fuimos de una institución a otra, llevando documentos y evidencia de todo lo solicitado inclusive una certificación medica que yo estaba estable dentro de mi condición. La única diferencia fue que pusimos nuestra confianza en Dios, Jesucristo su hijo amado y sus promesas. Al cabo de este tiempo, Dios permitió que una de esas instituciones trabajara nuestro caso y obtuvimos el tan preciado hogar donde acabamos de mudarnos, por lo que damos toda la gloria y honra a Dios. Dios nos ha dado mucho mas abundantemente de lo que deseábamos o esperábamos pues no solo fue el hogar sino que también todos los enseres y equipos del mismo fueron incluidos como bendición recibida.

“Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros,” Efesios 3:20

Sobre la condición que me afectó, si buena fue la promesa para las deudas y el hogar, buena es también para la restauración de mi salud por sobre todo diagnostico o experiencia medica de dicha condición.

Han pasado nueve años y mi diagnostico de vida fue de cinco.

Ya Dios ha sido glorificado y ha extendido su misericordia sobre nosotros. Gracias damos a Él que siempre cumple su palabra y es fiel.

Dentro de todo esto siempre hemos cumplido con dar a Dios y su obra la parte que el nos señala en su palabra y hemos visto premiada esa fidelidad.

Graciasdamos a Dios Padre, a Jesucristo Su Hijo y a el Espíritu Santo.