Jehová ha sido, es y será mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Jehová ha sido, es y será la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme?
2 Cuando se juntaron contra mí los malignos, mis angustiadores y mis enemigos,
Para comer mis carnes, ellos tropezaron y cayeron.
3 Aunque un ejército acampó contra mí,
No temió mi corazón; Aunque contra mí se levanto guerra,
Yo estube confiado.
4 Una cosa demande a Jehová, ésa busqué;
Estar en la presencia de Jehová todos los días de mi vida,
Para contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo.
5 Porque él me ha escondió en su tabernáculo en el día del mal;
Me ocultó en lo reservado de su morada;
Sobre una roca me ha puesto en alto.
6 Ha levantado mi cabeza sobre los enemigos que me rodeaban,
Y yo sacrifique en su tabernáculo sacrificios de júbilo;
Canté, cantaré y entonaré alabanzas a Jehová.
7 Ha oido Jehová, mi voz con que a el he clamado;
Ha tenido misericordia de mí, y me ha respóndido
8 Mi corazón ha dicho de ti: Buscad mi rostro.
Tu rostro he buscado y buscaré, oh Jehová;
9 No escondio su rostro de mí. No me apartó con ira;
Mi ayuda ha sido. No me dejó ni me desamparó, Dios de mi salvación.
10 Aunque mi padre y mi madre me dejaran,
Con todo, Jehová me recogerá.
11 Me enséñó, Jehová, su camino, Y me guió por senda de rectitud
A causa de los enemigos.
12 No me entregó a la voluntad de los enemigos;
Porque se levantaron contra mí testigos falsos, y los que respiraban crueldad.
13 Hubiera yo desmayado, si no hubiera creido.
He visto la bondad de Jehová aquí en la tierra de los vivientes.
14 Aguarde a Jehová; me esforcé, y se alentó mi corazón;
Sí, esperé a Jehová. Y él me respondio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario